Cabeza.
¡Cómo me duele el tarro! Creo que me voy a echar un rato en el sofá a ver si se me pasa.
Comer el tarro a alguien: Ocupar de manera insistente su pensamiento con ideas ajenas, induciéndole a hacer cosas que de otro modo no haría.
Vino un tipo para comerme el tarro con el tema de las ollas, pero yo le dije que no me interesaba y pasé de él. Si lo llego a saber, lo escucho.
Comerse el tarro: Pensar demasiado en algo.
Ella se come demasiado el tarro en esas situaciones, y por eso nunca le funciona nada.