Chuparse el dedo: Ser ingenuo, tonto.
¿Tú te crees que yo me chupo el dedo? ¿Dónde está escondido?
No mover un dedo: No hacer nada.
No muevas un dedo. Tranquilo, señorito, que para eso estoy yo aquí.
No tener dos dedos de frente: Ser poco inteligente.
Joder. No tenéis dos dedos de frente para jugar con esos petardos. Como os ocurra una desgracia lo vais a lamentar toda la vida.
Poner el dedo en la llaga: Señalar el punto clave de una cuestión.
Has hablado de dinero y precisamente con eso has puesto el dedo en la llaga.
Venir como anillo al dedo: Venir algo a la medida exacta.
Esta chaqueta me viene como anillo al dedo. Parece que la han hecho para mí.